¿Qué niño, ya sea nacido en Tomares o en Hispanoamérica, no conoce al Ratoncito Pérez? ¿Quién no ha dejado un diente bajo la almohada para que el pequeño roedor, nacido del ingenio de un jesuita para ilusionar la infancia del niño Rey Alfonso XIII, se lo cambie por un regalito? Muy pocas personas conocen el origen de este ilustre personaje ¿de ficción?, pero los Jóvenes de Tomares tenemos inquietudes y buscamos siempre la explicación a todo lo que nos rodea.


Sin embargo, el Ratoncito Pérez siempre tuvo una legión de ayudantes que le facilitaban su labor, ya que tenía mucho trabajo y decidió abrir delegaciones por todo el mundo. En Tomares también abrió, pero hete aquí que su ayudante, amiga de las que pegan patadas al diccionario de la RAE (auténticas pejigueras de la igualdad de género), exigía llamarse 'ayudanta', algo completamente inaceptable. Por ello, el Ratoncito Pérez, siempre magnánimo, y creyendo que eran familia (ambos se apellidan igual), le concedió el título de 'Ratoncita de Tomares'.



Hay un medio de transporte que a todos los que oyen hablar de él les produce risa: el teleférico, la propuesta del alcalde de Tomares, José Luis Sanz, para mejorar el tráfico y la comunicación terrestre entre nuestro municipio y Sevilla capital ante la ausencia del Metro.


Porque no nos engañemos, el auténtico objeto de deseo de los tomareños es el Metro.

La gran ventaja de ser joven en Tomares y conocer gente fruto de tantos años en este municipio es que te enteras de cosas que pueden resultar interesantes. Más o menos, pero interesantes al fin y al cabo. Y como somos tantos, es difícil que se nos escape algo a los jóvenes de Tomares.
El caso es que hace poco uno de nosotros tuvo el privilegio (nótese la ironía) de acudir a una charla informativa de Alberto Mercado, el insigne concejal de Cultura, Juventud y Deportes en el Ayuntamiento de Tomares.